viernes, 11 de septiembre de 2009

El macho alfa


Tras la lucha, sudoroso y jadeante, se acercó a la hembra sabedor de su victoria. Quería agua y necesitaba el contacto reconfortante que le marcaba como el macho alfa, el que se quedaba con la hembra. Sació sus necesidades y se quedó observando al que hasta ahora había sido el macho alfa.

Su contrincante, vencido, pero divertido miró hacia la hembra perdida, y que sabía recuperaría en algún momento cuando pasase esta etapa.

El macho alfa se abrazó aún más a su madre. Edipo había ganado.

1 comentario:

Juan Pedro dijo...

Fantástico. Qué bueno, parece como si de pequeños ya quisiéramos competir entre nosotros mismos. Por cierto, dile al nuevo macho alfa que se porte bien con su padre, no vaya a tener que ir el tío Juampe y decir unas palabritas.