Lo curioso de los superhéroes es que tienen un don o habilidad que les permite combatir el mal en sus múltiples manifestaciones. Estos seres supranaturales nos muestran nuestra imperfección y nuestra incapacidad para llegar más allá de nuestras limitadas existencias.
Los hay que vuelan, que suben paredes, los que lanzan telas de araña, o los que tienen una fuerza casi infinita. Ninguno de ellos me gusta: no existen.
Pero hay un superhéroe que no tiene poder ninguno, que sus habilidades se basan en la capacidad de acceder a la última tecnología, y poner esos avances en la lucha contra el mal: Batman.
Batman nos muestra como con dinero podemos luchar contra el mal, sufragando investigaciones y haciendo avanzar la tecnología. Por eso, en las noches nubladas miro al cielo… Espero ver el foco llamándole a la lucha.
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